3 FALSOS MITOS SOBRE ORGANIZACIÓN

3 falsos mitos sobre organización que deberías eliminar cuanto antes

No me andaré con rodeos. Estoy deseando presentarte los 3 mitos porque me he esforzado en encontrar las palabras exactas y ejemplos claros pero breves para cada uno de ellos.
Espero que los incorpores a tus recursos de diario y que te sean tan útiles como a mí. Elimina estos 3 falsos mitos de tu cabeza y darás un salto cualitativo en tu capacidad para diseñar la organización que necesitas.

1. “La organización es orden”

El primer mito a derribar es confundir orden y organización. Antes de intentarlo con palabras déjame que te ponga dos ejemplos visuales:
 
Biblioteca ordenada
Una biblioteca
Constelaciones
Las estrellas y constelaciones [1]
Y ahora veamos dos reflexiones sobre estas imágenes:
  • Si los libros de esa biblioteca estuviesen ordenados por el año de publicación sólo el que se supiese de memoria el año del libro que busca diría que la biblioteca está organizada.
  • Las estrellas están perfectamente organizadas y son fácilmente encontrables para quién está familiarizado con su distribución. Aún así no siguen ningún orden lógico.
¿Qué pretendo decir con todo esto? Que el orden es lógico, nos da tranquilidad porque sabemos que la “a”, es la primera letra y el orden exacto de las que vienen después. Sin embargo, no es necesariotener un orden para estar organizado.
Lo necesario es tener un criterio de organización lo más eficaz posible para tu objetivo y dominar ese criterio. Así que olvida la estética y que tu mesa parezca perfectamente ordenada como una biblioteca. Si tienes post-its esparcidos por las paredes pero sabes exactamente dónde está cada uno, ¡esto es muchísimo más rápido y eficaz que ordenarlos por orden alfabético!

2. “La organización es única y estática”

La organización no es única, no es estática y mucho menos existe la organización perfecta (salvo en raras excepciones y para problemas muy simples). Toda organización responde a unos objetivos que pretendes maximizar (o minimizar).
Mi pregunta ahora para ti es: ¿tienes los mismos objetivos que cuando tenías 15 años? Seguramente no. ¿Entonces por qué prácticamente arrastramos el mismo modelo organizativo? En un momento dado lo lógico sería parar de hacer pequeñas modificaciones superficiales para realmente buscar soluciones diferentes.
Es como si todos los días fueses en tren al trabajo, pero cada año tu trabajo quedase 15 km más lejos. Al cabo de unos cuantos años no vale la pena tomar un tren de una distancia más larga, el avión empezará a compensar. Para detectar este tipo de oportunidades de mejora, léete mi post sobre cómo hacer evolucionar tu proyecto/objetivo al estilo de Darwin.
Nuestro entorno y objetivos cambian, tanto en una empresa como a nivel personal. Y lo que sí debes mantener siempre en mente es que cada tipo de organización se crea para cumplir un objetivo concreto. Así que si tu objetivo cambia, tu organización cambia.
La organización es algo que evoluciona y tu tarea es tener siempre la más rentable en cada momento y en cada situación.

3. “La organización es gratis”

Ningún tipo de organización es gratis, ni siquiera la llamada “organización natural” (eso que hacemos para organizarnos sin proponérnoslo).
mitos-sobre-organización-zapatilla
Para matar una sola mosca, un sistema de última
generación es un coste innecesario
Toda organización requiere unos esfuerzos (esto son recursos, entre los que se encuentra el tiempo) y produce una mejora, que a su vez puede suponernos nuevos recursos (ahorrando tiempo o ganando lo que sea). Así que el modelo exacto con el que debes de ver la organización es estrictamente como una inversión.
¡Ah!, y por si lo estabas pensando: tu tiempo libre no es gratis. De hecho ciertas, personas te pagan por dedicar una parte de tu tiempo libre a sus proyectos.
Si prevés ahorrar más tiempo/recursos del que invertirás en organizarte ¡invierte!, sino ¡sigue desorganizado! El exceso de organización es tan erróneo como la carencia.
Y a esto tengo dos añadidos muy importantes que hacer. Son simples así que no te limites a entenderlos, ¡aplícalos! Ahí es cuando pondrás el conocimiento que posees a trabajar para tí:
  • Acostúmbrate a las soluciones parciales. Idear e implementar una solución al 100%, suele consumir mucho tiempo, una al 90% a menudo cuesta mucho menos esfuerzo. No pagues tan caro ese último 10% a menos que sea realmente necesario.
  • Valora potenciales no resultados El tiempo que inviertas en organización, no lo hagas contentándote con decir que ahorrarás con ello X recursos o tiempo. Procura emplearlo allí donde el beneficio sea mayor.
Con estos dos últimos puntos pretendo que cambies tu mentalidad desde ver la organización como algo interesante a verlo como algo justificado. La organización se justifica porque cada esfuerzo invertido se recuperará en el futuro o de lo contrario es puro desperdicio.

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